viernes, 13 de diciembre de 2013

Los diputados de la oposición no quieren trabajar

El espectáculo al que han llegado los 3 grupos de la oposición esta noche en la Asamblea de Madrid sin duda dará que pensar a los ciudadanos.

Hoy era un Pleno largo, como suele ocurrir a veces, aquí, en otras cámaras autonómicas, el Congreso o el Senado, de hecho la previsión era terminar cerca de las 2am. Se sabía hace días, hace muchos días y no es la primera vez que algún grupo de la oposición se quejaba. Pero en esta ocasión han callado hasta que UPYD con su antipolítica y demagogia ha arrastrado a IU y PSOE (quienes tanto reniegan de los magenta) para hacer un plante.

A las 00:00 como aquellos niños pequeños han dicho "me enfado y no respiro" y han decido callarse. Incumpliendo sus obligaciones. Saltándose su responsabilidad. Poniendo excusas. La verdad es que pensaban levantarse y dar la espantá, pero la imagen sería demoledora... para ellos.


Ser diputado es un honor, pero sobre todo una obligación de ejemplaridad. Con millones de parados y de familias pasándolo muy mal, ser diputado en Madrid, es un privilegio no sólo político sino económico que debemos cuidar y hacer respetar. No puedo dejar de pensar en esos hombres y mujeres que salen de sus casas, todavía sin luz, y que llegan cuando sus hijos ya están dormidos. También en los basureros, taxistas, barrenderos con los que nos cruzaremos al salir de la Asamblea esta noche. Ellos seguirán trabajando mientras nosotros nos vamos a casa, como cientos de miles de madrileños que trabajan muchas horas y muchas de ellas entrada la noche. Incluso los periodistas que siguen la actualidad política deben cubrir un desayuno a las 9am y terminar diversas crónicas antes del cierre de la edición.

Pero los señoritos de la oposición, esa izquierda sin rumbo ni norte, esa izquierda que raya lo antisistema, y ese grupo que habla de los "políticos" como si ellos no lo fueran, deben creerse de  una clase superior. No pueden trasnochar. Es indigno dicen. Es ¡antidemocrático! claman. Lo que no tienen es vergüenza. A todos nos gustaría dormir 11 horas, cenar en casa, y echar un rato de sofá y hasta siesta si se puede. Pero parece que el hecho de que un día a la semana, un solo día a la semana, tengamos que hacer un esfuerzo de horas les parece excesivo. Estos señoritos, esta izquierda caviar que se llena la boca hablando de los trabajadores, da a los madrileños el peor de los ejemplos.

Respeto que alguien no esté de acuerdo con los horarios, (los mismos de siempre), como que haya a quien no le guste este Reglamento de la Asamblea (impulsado por el PSOE), pero si quienes representamos a lo madrileños no cumplimos con las normas y con nuestra responsabilidad, ¿cómo podemos pedir algo a los ciudadanos?

Quizá debiera alegrarme por la deriva de una izquierda que va camino de superarse así misma, pero como diputado me preocupa la imagen que damos, me preocupa que miles de ciudadanos que votaron por esas formaciones, vean como estos grupos cejan en su responsabilidad, por cansancio, postureo o radicalismo. Y preocupante es que UPYD haya logrado arrastrarles al show.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿Hacia una Dictadura?

¿Se imaginan que aquí en España, un Alcalde, Presidente Autonómico o el Presidente del Gobierno hiciera aprobar con su mayoría una Ley que le diera poderes para pasarse el Parlamento por el arco del triunfo en cualquier tema?
Por respeto a los procesos electorales aunque algunos tengan dudosas garantías, el título de este post es una pregunta en vez de una afirmación. Las connotaciones de una dictadura son tales que sería muy gratuito afirmar que éste o aquél régimen lo es. Hablo de Venezuela y de los acontecimientos de los últimos días. Y no. No me refiero a la ocupación de supermercados por milicias bolivarianas. Sino a la trampa política y jurídica conocida como Ley Habilitante.
Quienes generosamente lean este post desde posturas pro-chavistas seguro que son capaces de justificar, explicar y argumentar la vulneración constante de derechos y libertades en Venezuela y por tanto, éste nuevo episodio. Sin embargo la realidad es mucho más simple de lo que algunos quieren hacernos creer:

En la actualidad, tras las Elecciones de 2010, la Asamblea de Venezuela está compuesta por 165 diputados divididos en 2 grandes coaliciones:

El problema de Maduro para sus planes es que, para poder llevarlos  a cabo necesitaba una mayoría cualificada de 99 diputados, le faltaba 1.

Pero antes de seguir, un poco de memoria. Maduro ha seguido los pasos de quien se le aparece en sueños pues, Chavez fue “habilitado” hasta 4 veces durante sus mandatos. Un proceso que la propia “Constitución” venezolana reserva para casos de urgencia. La primera fue en abril de 1999, meses después de acceder a la Presidencia, y tuvo una vigencia de seis meses. La segunda ocurrió en 2001 y la tecera en 2007, con una duración de 18 meses en los que promulgó un paquete de 26 leyes que afectaron a sectores estratégicos como la economía. La última, en 2010, fue aprobada por un Parlamento en funciones antes de que entrara una nueva composición en la que no tendría esa mayoría cualificada. Es ese Parlamento sin mayoría cualificada el que ha parado los pies a Maduro… hasta hoy.

Necesitaban uno, sólo uno para lograr la mayoría cualificada, y empezó la cacería en 3 sencillos pasos:
  • Paso 1. Al final la pieza ha sido uno de los suyos. Mejor dicho, una. Una mujer, María Aranguren, en sus tiempos pro chavista y que tras su disidencia la han acusado de diversos delitos de corrupción.
  • Paso 2. Seguidamente comenzó el proceso para acabar con la inmunidad, que conllevaría su baja del Parlamento. Eso se logró ayer con el voto de la mayoría chavista.
  • Paso 3. El sistema venezolano establece que, son los suplentes de cada diputado quienes los sustituyen y, ¡oh casualidad!, quien sustituirá a esta mujer será un hombre que ya ha mostrado su intención de apoyar la famosa Ley, aunque no se sabe sin con amenazas de por medio.

Ya está. Ahora queda lo más sencillo, aprobar esa Ley que permitirá hacer y deshacer sine die a Maduro mientras el Parlamento, supuesta sede de la soberanía del pueblo venezolano, será amordazado.

Es la pura realidad, sin matices ni historias. Esa es la realidad de Venezuela que a muchos nos indigna mientras, aquí, quienes se identifican con este régimen, callan cuando no lo justifican.

Vivimos en España una crisis, también política, a la que no soy ajeno. Una crisis que es aprovechada por algunos sectores, dentro y fuera de la política, para dudar de la legitimidad de nuestras instituciones, y para cuestionar la salud y representatividad de nuestra democracia. Sin duda las posiciones más extremas en esta crítica, vienen de sectores claramente identificados con la izquierda más radical, con y sin representación parlamentaria. Una izquierda que tiene como modelo Chavez, que defiende a capa y espada lo que haga Maduro y que trata de convencernos de las bondades de la revolución bolivariana.

Imaginen ahora, como decía al comienzo, que alguno dirigente en España se le ocurriera hacer algo similar, -y no será por urgencias económicas y sociales en los últimos años-. La polémica, por ser suaves, sería tremenda. Yo no soy capaz de imaginarlo porque la razón me dice que en una democracia como la nuestra, esas cosas ni se conciben. De lo que estoy seguro es de que esa izquierda, definiría el hecho con una sola palabra.


Y ahora, generosos lectores, sean ustedes los que respondan al interrogante del título y definan qué está pasando en Venezuela.

martes, 22 de octubre de 2013

Amenazando con la derogación de la LOMCE



Como político, como miembro del PP, pero sobre todo como ciudadano ha sido bastante descorazonador seguir el pre debate, debate y pos debate a la aprobación de la reforma educativa (LOMCE), aunque esa sensación se convierte en un reto político de gran altura para los próximos años. Explicaré porqué.

Descorazonador porque una Ley que el Partido Popular cree buena y necesaria para mejorar la calidad y los resultados de nuestro sistema educativo, nace con la amenaza de los inmovilistas de la izquierda española de la  forma más chusca y macarra.

Un inmovilismo que niega las evidencias que reflejan el modelo actual.  Hemos pasado décadas invirtiendo por alumno lo mismo que Japón y por encima de la media Europea. Pese a esa inversión (en educación no me gusta hablar de gasto) somos de los últimos en comprensión lectora, abandono escolar y paro juvenil. El personal docente consume del presupuesto educativo 10 puntos más que la media europea, y el ratio alumnos/clase es de los más bajos de la UE, hay más niños por aula en los colegios privados que públicos, y tenemos tantas universidades como Alemania con la mitad de población (*1)

Pues bien, esa realidad es la que la LOMCE pretende cambiar. Mejor la educación no es gastar más sino gastar mejor. Y sobre todo reformar un modelo que pese a los denodados esfuerzos no ha respondido en 30 años a las expectativas generadas. Y la otra realidad, le pese a quien le pese, es que en todos estos años el único modelo educativo aplicado en España es el impulsado por el PSOE con más o menos apoyo de sus socios de la izquierda, sobre la base de que la izquierda y sólo la izquierda tienen potestad para hacer y deshacer en materia educativa(*2). La gran mayoría de la sociedad comparte el diagnóstico,  ¿no tenemos derecho a que nuestros hijos disfruten de un sistema educativo que les haga mejores y más preparados que nosotros? ¿no tenemos derecho los ciudadanos a probar otra cosa?

Y sobre esa premisa (y no olvidemos que con un PSOE sin liderazgo y sin proyecto que ve cómo cada día la izquierda más extrema le va comiendo el terreno), determinados grupos políticos se han unido para decir que, si forman parte de un hipotético Gobierno, tardarán menos que Zapatero en derogar la LOMCE; cada uno con sus respectivos intereses pero todos con un doble objetivo que nada se toque para que todo siga igual y, al mismo, tiempo, tratar de desgastar al Gobierno. No les interesa saber las consecuencias de esta reforma, no les interesa esperar a ver si quizá estaban equivocados. No quieren que la gente vea que, quizá, hay una alternativa, basada en el éxito de otros países, y que aquí algunos por prejuicios y sectarismo se niegan a aplicar. Con su #postureoAntiLOMCE nos niegan nuestro derecho a tratar de ser mejores. Lo han inmortalizado en una foto en las puertas del Congreso, fotos que algunos tratan de recortar para evitar compañías indeseables pero que reflejan que si hay que unirse contra el PP, cualquier compañía vale, cualquiera.


Pero como decía, esa desazón inicial, rápidamente se ha convertido en reto político. Los ciudadanos otorgaron una gran mayoría al PP para sacar a España de la crisis, hacer las reformas necesarias y colocar de nuevo a nuestro país en la senda de la recuperación y el crecimiento. Esa tarea está suponiendo grandes esfuerzos para una inmensa mayoría de españoles. Esos ajustes están cambiando muchas cosas en nuestro país. Y este proceso reformista está requiriendo a quienes tienes responsabilidades de Gobierno y a quienes lo apoyamos un esfuerzo de explicación, de argumentación y de justificación.

Quienes formamos parte del Partido Popular queremos acertar con nuestras reformas, creemos que estamos acertando y ya hay algunos datos que aparecen ratificar dicha afirmación. Y como cualquier partido con vocación de Gobierno, aspiramos a que esta tarea tenga la recompensa de la recuperación económica, la caída del paro y el bienestar de los ciudadanos, y que todo eso sea valorado por los ciudadanos cuando tengan que juzgar acciones y actitudes de unos y otros.

Con la educación es más importante aún si cabe. Y vuelvo al reto y al comienzo de este post.

Quienes nos niegan la posibilidad de ser mejores, quienes no quieren que otro modelo educativo refleje que quizá ellos no tenían la verdad absoluta, amenazan con derogarla si tienen oportunidad de ello. Es algo que conviene retener y recordar llegado el momento. Si el Partido Popular merece nuevamente la confianza mayoritaria de los ciudadanos al juzgar la acción del Gobierno, esa mayoría se hace más indispensable que nunca, pues está en juego el futuro de nuestros hijos. el triunfo del esfuerzo frente a la mediocridad, de la inversión frente al dispendio, de la libertad frente al dirigismo, de la pluralidad frente a la miopía política. Cuando llegue el momento, los ciudadanos deberán elegir si vuelven a  confiar en el Partido Popular o prefieren la alternativa agrupada que refleja la foto de este post.

(*1) Estas afirmaciones han sido extraídas de tuits del periodista @AntonioRNaranjo Siguiéndole podréis encontrar vínculos a informes oficiales y reflexiones fundadas, en las que hay para unos y para otros.



(*2) Legitimidad de la Ley. Tras unas elecciones, la representatividad de los proyectos políticos se mide en escaños. Algunos  se afanan en centrar el foco en el hecho de que la LOMCE sólo ha contado con el apoyo del PP, mientras recuerdan el “consenso” logrado (gracias a cesiones a la izquierda más radical y concesiones a nacionalistas en pleno auge ZP) con la LOE en 2006. La realidad es que la LOE contó con el apoyo de 181 diputados, el 51,7% de la cámara, mientras que ayer fue el 53% de los diputados, representantes de la soberanía nacional, los que dieron su apoyo a esta Ley tan necesaria. 

lunes, 30 de septiembre de 2013

Madrid a la vanguardia, a pesar de todo

Una inmensa mayoría queríamos los JJOO para Madrid, y algunos de ellos todavía estamos terminando de cerrar la herida que nos dejó la decisión del COI hace algunas semanas. Aparte del impacto económico a medio y largo plazo, así como las oportunidades que dicha decisión suponían, la celebración de unos Juegos en Madrid, era vista como un revulsivo para nuestra ciudad, nuestra región y el conjunto de España; era una inyección de optimismo para una sociedad que lleva cerca de 6 años sufriendo la mayor crisis de nuestra democracia.
Pero lejos de lamernos dicha herida, debemos mirar hacia adelante. Madrid es mucho más que unos JJOO, Madrid es una capital cultural, económica y dinámica más allá de la celebración o no de unos JJOO. Ha habido ciudades que necesitaban ese impulso para aparecer en un mapa, pero Madrid no. Madrid ya es grande y tiene retos y oportunidades que debemos afrontar.
Los madrileños no somos muy dados a sacar el orgullo identitario como en otras regiones de España, por eso no está demás aprovechar esta decepción olímpica para sacar lo mejor de nosotros mismos como ciudadanos, sentir orgullo de nuestra ciudad, de nuestra región, de su vanguardismo, de su aperturismo y de su capacidad de seguir siendo motorde un país que parece comienza a carburar.
Hay problemas en Madrid. Nadie los niega. El más de medio millón de personas en paro es su cara más dramática, como miles de familias con dificultades para llegar a final de mes y unas reformas y ajustes que está suponiendo grandes sacrificios para una mayoría de ciudadanos. Negarlo sería una necedad. Pero eso es una cosa y otra el mantra de una izquierda política sin escrúpulos que cada día certifica que su sitio es la oposición.
Quienes vivimos Madrid y militamos en el PP asistimos atónitos a la supuesta enésima llegada del Apocalipsis en la educación, la sanidad y los servicios sociales. Dicen que queremos destruir lo que supuestamente ya estaría eliminado, pues ese discurso agorero es el que nos ha soltado la izquierda madrileña desde mediados de los 90. Quienes nos apoyan nos dicen que debiéramos defender mejor nuestro proyecto. Y sin quitarles la razón, añadiría que una vez más los madrileños verán como las mentiras, infamias y descalificaciones de la izquierda se darán de bruces con la realidad. Se llama tiempo, plazos, algo que la oposición no entiende ni respeta.
¿Por qué creen ustedes que piden elecciones ya? No es por la estabilidad –plenamente garantizada- de un Gobierno, municipal, autonómico o nacional. No. No quieren esperar a que se cumplan los mandatos, a que los ciudadanos vean con sus ojos que transcurrido un nuevo mandato del PP en Madrid, y a pesar de todo, seguimos siendo una región pujante con unos servicios sociales de primera, con una sanidad envidiable y una educación pública a la cabeza de España en calidad y resultados. Y todo ello con unos ajustes que han afectado a todos y gracias a unos profesionales públicos que están demostrando lo mejor de sí mismos.
Sin esos esfuerzos, la recuperación no sería posible, y con ese trabajo, de todos, debemos afrontar el resto de la legislatura en la que Madrid, una vez, comprometida con la solidaridad y el futuro del conjunto de España, volverá a ser ejemplo de dinamismo, inversión, bienestar y vanguardismo.

(*) Artículo publicado el 20/09/2013 en www.madridactual.es 

martes, 10 de septiembre de 2013

Oposición derogada

Si trata uno de aparcar temporalmente la herencia recibida por el PSOE y que tanto está costando remontar, e intenta centrarse en las alternativas que ofrece un partido que por segunda vez dejó España en una crisis económica y social, el resultado no puede ser más deprimente. Su falta de proyecto político es tan abismal que uno entiende cómo hemos llegado hasta aquí, el castigo que los ciudadanos les dieron en noviembre de 2011 y que, tras casi dos años de Gobierno en los que el PP está adoptando las medidas necesarias y duras (muy duras) para salir de la crisis, el PSOE no sea una alternativa real.

Uno podría pensar que tras “dejar España hecha unos zorros”, mostrarían algo de humildad o cuanto menos el apoyo a algunas medidas. Ni lo uno ni lo otro. Envolviéndose en una amnesia colectiva, desde el 21 de noviembre de 2011, el PSOE se ha permitido el lujo de dar lecciones para salir de una crisis en la que ellos nos metieron. Y desde que Rajoy es Presidente no han apoyado ni una sola medida importante; lo único que apoyaban era la retirada de cualquier iniciativa del Gobierno de Mariano Rajoy.

Los ciudadanos votaron al PP para sacar a España de la crisis y adoptar las medidas que fueran necesarias,  y sin duda, el concurso del principal partido de la oposición sería importante para la fortaleza de cualquier medida y su vigencia. Pero cuando los ciudadanos te dan una mayoría absoluta (con la misma voluntad y derecho con el que te la retiran) están diciendo igualmente que a los inmovilistas no se les espera, que tienes la fuerza parlamentaria requerida y la legitimidad democrática de los votos para llevar a cabo lo que entiendes es mejor para tu país.

Eso está haciendo el PP y el Gobierno de Mariano Rajoy. Y frente a eso, lo único que escuchamos de los señores y señoras socialistas es su oposición a todo y su promesa de derogar todo cuando lleguen, algún día, no se sabe cuando, al Gobierno. La reforma laboral, la ley que regula la creación de la CNMC, la actualización de las pensiones, las reformas para la sostenibilidad de nuestro sistema sanitario, la ley de educación todavía sin aprobar, la reforma del aborto que todavía no conocen… y ya he perdido la cuenta. Ha recurrido al Tribunal Constitucional la Ley de Costas, la Ley de Alquiler, la reforma de las prestaciones por desempleo, la ley antidesahucios (los mismo que se vanagloriaban de crear más juzgados para agilizarlos), la Ley de Tasas, la ley sobre las preferentes (los mismo que permitieron a los bancos generalizarlas) y un largo etc.

En definitiva que, los mismos que han destrozado la economía del país, quebrado las cuentas,  dejado 5,3 millones de parados y un sistema de bienestar insostenible, tienen como gran proyecto político la intención de eliminar todas las tareas de reconstrucción que los españoles estamos llevando a cabo.

Supongo que a eso se referirá Rubalcaba cuando hoy mismo dice que “tienen que presentar su alternativa”.




Pero ya la conocemos. Acabar con todo. Por eso mismo, los ciudadanos no se fían del PSOE, porque nunca será solución quien fue parte del problema y porque ningún proyecto político es capaz de suscitar la ilusión y el apoyo de la gente, si se construye sobre un eje tan destructivo como acabar con todo lo hecho y optar por el inmovilismo. Así no. Mientras, el PP seguirá trabajando por sacar a España de la crisis y explicando a los ciudadanos la ingente tarea en la que nos encontramos y que, sus sacrificios, los de todos nosotros, los de las millones de familias, se verán recompensados. Y el tiempo, como siempre, dará y quitará razones.

sábado, 22 de junio de 2013

Soledad multitudinaria ¿Qué soledad?


Es difícil en política, y más en tiempos convulsos,  lograr el equilibrio entre el legítimo derecho de un Gobierno elegido con una amplia mayoría absoluta a tomar las decisiones que estime conveniente,  y la necesidad encontrar puntos de acuerdo con otras formaciones para buscar soluciones en esta crisis.

Más difícil de entender es que, quienes se pasan el día pidiendo que los partidos nos sentemos a pactar, (principalmente a los dos grandes partidos) nos critiquen tras un acuerdo en el que sólo estamos dos.

En política y en periodismo, hay conceptos muy interpretables, pero hay otros que difícilmente pueden significar algo diferente su definición. La soledad es uno de ellos, y viene a cuento del reciente pacto acordado entre PP y PSOE para aunar esfuerzos en torno a una posición común que fortalezca a España en torno al próximo Consejo Europeo.

Este era un pacto reclamado por todos, formaciones políticas, medios y ciudadanos en general. Pero el hecho de que en un primer momento haya sido firmado (todavía está abierto a nuevas incorporaciones) por PP y PSOE no sólo ha sido criticado por quienes lo reclamaban, sino que han llegado a cuestionar la representatividad de quienes lo firmaban. Han dicho. “SE HAN QUEDADO SOLOS”. Comprobemos esa soledad:

El PP representa a 10.866.566 ciudadanos que nos votaron en noviembre de 2011. Esto supone el  44,6% de quienes votaron aquel día. Algo acompañados sí estábamos. Sigamos. Esos votos se tradujeron en 186 escaños, lo que supone el 53,14% de los 350 Diputados que se sientan el Congreso representando la soberanía popular.

El PSOE con 7 millones de votos (el 28,8% de los mismos) tiene 110 diputados, lo que supone el 31,4% de todos.

Que se hable de la soledad de un partido u otro, cuando representan  una mayoría amplia de ciudadanos es cuanto menos curioso. Pero… ¿y si se sientan a acordar un pacto? ¿A quienes representan?

Suman 296 de 350 diputados, es decir el 84,5% de la Cámara expresión de la voluntad popular. Por no hablar de los 17 millones de votantes, es decir, 3 de cada 4 españoles votaron por estas formaciones. No conozco soledad más multitudinaria en un acuerdo político en los últimos años.

Creo que los acuerdos entre los grandes partidos son buenos, no sólo por mejorar nuestra representatividad, sino por el bien común de España. Por el contrario, la ausencia de pactos (que algunos reclaman pero critican cuando se producen) tiene un triple efecto:
  • Enturbia más el clima social y político en nuestro país. Algo que en teoría nadie quiere.
  • Beneficia a quienes hacen antipolítica desde la política, y pretenden presentarse como salvapatrias y renovadores.
  • La calma, la tranquilidad, el acuerdo… no suelen ser notica, no abren titulares, ni venden más periódicos… Es la “tensión” como diría ZP lo que a veces nutre horas de radio y TV y rellena hojas de periódicos.


Al margen de la cercanía con que nos sientan los ciudadanos y del grado de desafección que exista (que yo no niego) negar la representatividad de las instituciones democrática y libremente elegidas es, en sí mismo negar la democracia. Hay quien está en ese juego y niega que vivíamos en una. Lamentablemente hay numerosos ejemplos de países que todavía hoy viven bajo la opresión, la dictadura y falsas democracias, y cuyos ciudadanos anhelan un modelo político que sólo tuviera la décima parte de nuestras libertades. Por eso deberíamos valorar más lo que tenemos, cuidarlo, y desde luego, en un ejercicio de miopía política y egoísmo interesado, no despreciar los acuerdos, pactos o puntos de encuentro que , quienes tenemos más responsabilidad que nadie (los grandes partidos que gobiernan, han gobernado y/o tienen opciones de hacerlo en el futuro) somos capaces de alcanzar.


Quedan días, y no habría nada mejor para los intereses de España que más partidos se sumaran a dicho acuerdo. Estamos a tiempo. Veremos qué actitud toma cada uno. Yo soy de los que piensan que un pacto per se, no tiene porqué ser bueno, pero un pacto que fortalezca una posición común ante el reto de la crisis en el marco de las instituciones europeas, es una gran noticia, un ejercicio de responsabilidad y, por encima de todo, un reclamo ciudadano que ambos partidos han sabido entender. 

miércoles, 5 de junio de 2013

Sobre la financiación pública de los partidos


En estos días se ha conocido quien será el sustituto de Alan Solomont al frente de la Embajada de EEUU en Madrid. Y al margen de cualquier otra consideración geopolítica, lo que está siendo noticiable es que el nominado James Costos,  es en la actualidad vicepresidente de HBO, una de las más importantes cadenas de televisión por cable y satélite, que, al igual que sucedió con Solomont, tuvo un importante papel en la recaudación de fondos para la campaña electoral de Obama. La cosa no queda ahí porque a Costos le une una especial relación con los Obama ya que su pareja, Michael Smith un conocido decorador,  fue a quien el matrimonio Obama encargó el diseño de interiores de la Casa Blanca.
No fue noticia ni sorprendía a nadie que Costos y Smith facilitaran en diversas ocasiones su exclusiva residencia en Los Ángeles y su ático en la mejor zona de Manhattan, en Nueva York, para la celebración de eventos destinados a captar dinero para la campaña de Obama.
No critico la elección de Obama, ni el sistema americano del que, creo, podríamos aprender muchas cosas. El americano, es un modelo de financiación de campañas que respeto pero que sobre todo es entendible y defendible en el contexto de la historia y la tradición de una democracia de más de 200 años. Una historia basada en el individualismo de los candidatos y en el pleno reconocimiento a los lobbys y grupos de presión como actores políticos de influencia, no sólo durante las campañas electorales.
Tras la masacre de Newton, una mayoría de ciudadanos se posicionó a favor de una mayor regulación de las armas en EEUU, pero esa mayoría ha ido menguando tras el shock inicial y ha coincidió con el rechazo del Senado a esa mayor regulación. El hecho de que la Asociación del Rifle haya contribuido a sufragar las campañas de la mayoría de senadores (demócratas y republicanos) que votaron en contra, no ha sorprendido a nadie.
La crisis económica, social y política que vive España y parte de la UE ha abierto un debate sobre los ajustes en el sector público llegando incluso a plantearse el final de este modelo de financiación pública de partidos. Yo no lo rechazo al 100%, pero me surgen innumerables dudas al respecto.
¿Estamos preparados para aceptar de la noche a la mañana un modelo como el americano? ¿No hubo suspicacias cuando parte del mundo del cine, regado con subvenciones públicas en los Gobiernos del PSOE, apoyaba las campañas de Zapatero y una de sus integrantes acabó de Ministra de Cultura? ¿Aceptaríamos que un Presidente de Gobierno nombrara Ministro de Sanidad a un empresario farmacéutico que hubiera hecho donativos a su partido? ¿Los nombramientos que hacen los Presidentes de USA responden al interés general o a devolver favores? Yo creo que responde a lo primero, aunque todo el mundo pensara que es a lo segundo. Allí la gente lo asume como algo normal, aquí sería carnaza para sesudos programas nocturnos de debate y la principal crítica sería la posible corrupción.
¡Ay la corrupción! Ningún modelo está a salvo de ella. Por desgracia en España sabemos de eso. Pero desde luego, el deberle algo a quien ha financiado tu campaña aleja más aún la defensa del interés general. De hecho sorprende el interés de algunos en vincular los donativos legales que reciben los partidos provenientes de particulares con favores concedidos, cuando esas donaciones en España no alcanzan el 10% de la financiación total de los mismos en el mayor de los casos.
Todos los Presidentes de EEUU han tenido que negociar y “trapichear” con congresistas de su propio partido para lograr el apoyo a proyectos vitales de su administración y en interés general del país. Pero este cabildeo no siempre ha estado ligado a la defensa del Congresista de los intereses propios de su distrito (lo cual podría ser loable) sino al choque de intereses con quienes han financiado parte de su campaña.
¿La solución? No hay varitas mágicas. Pero sin duda parte del debate quedaría apagado si la transparencia fuera aún mayor, así como los mecanismos de control de los partidos y de sus campañas. Al fin y al cabo hablamos del dinero de los ciudadanos que es entregado a los partidos que, como dice la Constitución, “expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política”. Los partidos no le deben (o no deberían deber) nada a ningún grupo de interés sino que les deben todo a los ciudadanos que con su voto libre e igual otorgan su confianza.
"Hace años me propuse conservar mi independencia y lo he conseguido. No debo nada a nadie, ni tengo más compromisos que con vosotros y los españoles". Esa es nuestra realidad, la realidad del Partido Popular en palabras de Mariano Rajoy en el último Congreso del Partido Popular. Una realidad que quizá algunos no entiendan o compartan y que sin duda explica el rumbo firme y determinante del Gobierno frente a algunas críticas más o menos interesadas por su escasa influencia en las decisiones del Gobierno con el 2º mayor respaldo de la democracia.
La Ley de Transparencia que ha impulsado el Gobierno del PP y ya en tramitación en el Congreso será sin duda una paso determinante y cualitativo. Una Ley en la que junto a la Casa Real, la Iglesia y todos los niveles de la Administración, se incluirá a los partidos políticos como sujetos obligados a esa transparencia en su funcionamiento y en sus cuentas.
En fin. Ahí está el debate. Y no debemos rehuirlo. Pero con rigor y seriedad. De sistemas de pura financiación privada de campañas se dice que el poder no reside en los partidos (¡oh que bendición! dirán algunos). La duda es si realmente el mal llamado “poder” residiría exclusivamente en los ciudadanos (como debe ser con y sin partidos) o está compartido  con grupos de interés, lobbys, grupos mediáticos y un largo etc.

Recordando el famoso discurso de Lincoln en Gettysburg de “el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Quiero creer, quizá ingenuamente, que en estos 30 largos años de democracia, todos los partidos democráticos, con aciertos y errores, han trabajado al servicio de la gente, por la gente y para la gente. Un cambio de modelo en el sentido que nos ocupa ¿garantizará el mismo compromiso de quienes tiene un responsabilidad política y ostentan un cargo de representación?

martes, 14 de mayo de 2013

¿Fin del bipartidismo? ¿De qué bipartidismo hablamos?


Las últimas encuestas publicadas (algunas más que otras) reflejan una caída en el apoyo a los dos grandes partidos de España. Esta estimación, reflejo del clima actual sin duda, es tomada como categoría por algunos de manera bastante interesada. Están los que pretenden influir en los partidos políticos desde sus tribunas y marcar el camino que sólo quienes componen el partido tienen derecho a ello. Y están aquellas otras formaciones minoritarias que creen ver una posibilidad de aumentar sus apoyos electorales.

Las Elecciones de 2011 ya marcaron el punto más bajo en la suma PP+PSOE (73,3%) desde que el Partido Popular se convirtió en una opción clara de Gobierno a primeros de los 90. No es menos cierto que dicha suma es similar a la de 1993 (73,6%). Aunque lo relevante aquí sea la estimación que cada trimestre nos ofrece el CIS. Claramente a la baja.


La cuestión fundamental es si se trata de un hecho puntual  fruto del clima social, que se verá recuperado cuando se esté a las puertas de unas Elecciones o, como algunos pronostican (o desean) es el síntoma de algo que se estuviera consolidando.

Yo comienzo negando la mayor, que es la existencia de bipartidismo en España.  Si bipartidista es un sistema como el de EEUU (republicanos y demócratas con ocasionales outsiders) o tradicionalmente el británico (aunque ahora haya más liberales o nacionalistas)  ¿de qué bipartidismo estamos hablando en España? Es evidente que sólo hay 2 opciones capaces de formar Gobierno en España, pero no es menos cierto que en numerosas ocasiones ha habido Gobiernos sustentados por más de un partido, que a nivel autonómico y sobre todo local existen gobiernos de diversas formaciones políticas, así como ayuntamientos y cámaras autonómicas con infinidad de formaciones. Último dato: en las Cortes, sede de la soberanía nacional, existen 13 formaciones políticas en el Congreso y 16 en el Senado. ¿bipartidismo?

Pero entrando en el debate, con más de media legislatura por delante, cualquier encuesta debe ser tomada como una foto fija es más, incluso sus propios autores reconocen que más allá de modelos matemáticos, tiran de olfato, percepción (y yo añadiría deseo en algunos casos) para hacer sus estimaciones.

Siendo útiles y sirviendo como herramienta de análisis, no pueden ser elevadas a categoría, encuestas que estiman un 50% de abstención, o porcentajes similares de indecisos. Porque muchos de esos supuestos abstencionistas acabarán votando (aunque no niegue una previsible caída en la participación) y otros tantos indecisos finalmente se decidirán, y cabe pensar que PP o PSOE también estén entre sus opciones.

3 notas finales
  1. 1Siguiendo el debate, bipartidismo o multipartidismo no es más o mejor democracia, hay ejemplos buenos y nefastos en ambos sentidos. Para quienes defienden el multipartidismo y el populismo barato a costa de desprestigiar a lo que se viene en llamar “partidos tradicionales” tienen en la actual Italia su último ejemplo.
  2. 2Si como demócratas nos preocupa la abstención o el riesgo de baja participación política, no debiéramos criticar el gasto que los partidos hacen en el legítimo derecho de difundir su proyecto político, así como en las propias campañas electorales. La Administración no tiene la obligación de incitar la participación, sino comunicar la existencia de un proceso electoral. Somos los partidos, y la indispensable tarea de los medios de comunicación, los que con nuestras campañas y acciones ayudamos a que la participación  tenga un % considerable.
  3. 3Lo que no deja de ser curioso es que, en un momento en el que algunos abogan por reformas electorales en aras de mayor pluralidad o proporcionalidad (obviamente defendiendo sus legítimos intereses, pero no más democracia), estamos viendo como nuestro sistema electoral, tan denostados por esos sectores, es capaz de adaptarse –a tenor de estas encuestas- a la realidad social y al sentimiento de los electores. Si, como indican las famosas encuestas, PP y PSOE apenas sumaran el 40%, si IU o UPyD (por personificarlo en quienes tratan de sacar más escaños con el mismo resultado) vieran como, a pesar de esta ley, duplican o triplican sus escaños, ¿Cómo mantener que este sistema electoral mantiene el bipartidismo y perjudica a determinadas formaciones?

jueves, 14 de marzo de 2013

Nos jugamos mucho


La anunciada huelga de Metro coincidiendo con la visita del Comité Olímpico Internacional para evaluar la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos es el penúltimo episodio de la irresponsabilidad sindical.
Los sindicatos son fundamentales en las relaciones laborales y el derecho de huelga un instrumento legítimo para sus negociaciones. Pero como todos los derechos tiene límites. Me refiero a los límites que quienes ostentan una representación pública deben autoimponerse. Hablo del sentido común y del interés general de nuestra comunidad. Por muy respetables que sean sus reivindicaciones, incluso mantener en plena crisis las mismas condiciones que tenían en épocas de bonanza, ninguna de ellas les legitima para afectar a los intereses generales de los madrileños.
Piensan que su acción presionará o perjudicará al Gobierno de la Comunidad. Se equivocan, como se equivocaron con la huelga del día de Reyes o la huelga de 2010 declarada ilegal por el Tribunal Supremo porque no respetaron los servicios mínimos y hubo que cerrar el Metro. Aunque haya grupos políticos que no quieren los Juegos, éstos deben quedar al margen de las luchas ideológicas. Ocho de cada diez madrileños están a favor.
Todos sabemos, también los sindicatos de Metro, que organizar esta cita será un revulsivo para nuestra Comunidad. Por eso, les pido que recapaciten. Los madrileños no entenderán que aquellos que dicen defender los derechos de los trabajadores pisoteen las ilusiones de esos otros que vislumbran en el sueño olímpico una oportunidad de futuro.
El olimpismo no está por encima de los derechos laborales. No. Pero un conflicto laboral tampoco puede convertirse en una amenaza en la carrera por alcanzar un sueño colectivo. Los sindicatos todavía están a tiempo de rectificar. Nos jugamos mucho.
Alfonso Serrano / Diputado del GPP en la Asamblea y miembro de la Comisión de Transportes e Infraestructuras. 
Artículo Publicado en LA RAZON el 13 de marzo de 2013

miércoles, 27 de febrero de 2013

Saldremos… y luego dirán que fue gracias al Espíritu Santo



Ayer, con las propuestas de resolución, concluyo el Debate sobre el Estado de la Nación, y pasado el el mismo, no hace falta ahondar más en unas conclusiones en las que coincidió la mayoría de ciudadanos.

Rajoy acudió con un relato riguroso del país que se encontró, las medidas que ha ido adoptando y los objetivos que se persiguen. Frente a eso, la nada. A nadie extrañará que personalmente confíe en que las medidas del Gobierno tengan su efecto, y que transcurrida la legislatura el balance sea positivo. Cuando llegue ese momento, serán los ciudadanos los que evalúen nuestro comportamiento, el de todos, el del Gobierno del PP y el de la oposición que “lidera” el PSOE (aunque dentro del PSOE no la lidere nadie).

En este tiempo ya transcurrido, se ha criticado que el PP hable de la herencia recibida. No es estrategia, ni una excusa para tomar medidas. Pero no es posible explicar qué se hace y por qué, si no se conoce realmente la situación de partida. El problema,  es que desde el 21 de noviembre de 2011 el PSOE ha pretendido contagiar a muchos ciudadanos de una amnesia política que ellos parecen haber interiorizado. Y partiendo de esa amnesia, han rechazado todas, absolutamente todas las medidas del Gobierno del PP desde el primer día. Nada es responsabilidad suya, como si nunca hubieran gobernado.

Pero lo curioso es que, quienes desde el primer día de Gobierno rechazaron todas las medidas y están hoy culpando a las mismas de todos los males que asolan a España, tratarán de convencernos de que cuando llegue la recuperación, no será gracias a dichas reformas sino el “Espíritu Santo”. Al tiempo.
Leía el otro día un análisis del debate que concluía más o menos así: Esta nueva fase de “medidas económicas no será la última. Vendrán más. El Gobierno no puede permitirse que llegue la recuperación económica —que llegará algún día— sin tener a mano un buen paquete de medidas a las que atribuirle el mérito”.  Parece que ya tienen el argumentario preparado.

Saldremos de la crisis. Estoy convencido que lo lograremos. Y desde el PSOE y sus altavoces mediáticos dirán que ha sido el contexto internacional o los famosos ciclos. Ellos, que culpan a la  acción del primer año del Gobierno del PP de la crisis que afectan a España desde 2008, querrán convencer a la gente de que esas acciones nada tendrán que ver con la recuperación. Pretenden hacernos creer que los gobiernos de países como el nuestro no tienen capacidad para transformar las cosas. Todos sabemos que es falso. En economía la casualidad no existe, lo que existe es la causalidad. 

Gobernaron hasta 1996 y dejaron España como la dejaron. Tras 8 años de Gobierno del Partido Popular, sin duda podía haber aspectos que los ciudadanos no compartieran, pero es indudable que vivíamos en una España próspera, competitiva y con influencia internacional, no se cuestionaba el crecimiento, ni nuestro sistema de bienestar social, de hecho, entonces sí se hablaba de pleno empleo.  Es más, cuando el PSOE recuperó el Gobierno en 2004 reconocieron que no podían quejarse de la herencia recibida, y miren como han dejado España tras 8 años de políticas socialistas.

¿De verdad pretenderán hacer creer a la gente que son los ciclos? ¿Qué la política, las decisiones y los modelos económicos no influyen? ¿Qué es ojeriza del destino que cada vez que Gobierna el PSOE España se hunda? ¿Qué no tienen culpa alguna? No hay mejor manera de confrontar proyectos políticos que analizar el resultado de los mismos. Eso es lo que hacen los ciudadanos.

Recuerdan 1996, recuerdan 2004 y, desde luego, tienen muy presente, como nos dejaron en 2011. Yo soy de los que piensan que cuando llegue el momento de volver a compara resultados, los ciudadanos, siendo los protagonistas de estas transformaciones, serán también testigos de los logros que juntos hemos conseguido.  

Pero sobre todo, serán los jueces y su dictamen será inapelable.

viernes, 15 de febrero de 2013

Vuelven los Goya y vuelven...



La Unión de Actores y Actrices ha publicado un comunicado o reflexión acerca de la actitud que debiera tener su colectivo ante la próxima gala de los Goya. Supongo que el año pasado, con 2 meses de Gobierno PP les parecía muy pronto, pero ya con un año cumplido pretenden llenarse de argumentos para, una vez más, atacar a un Gobierno que, aunque elegido por la mayoría de españoles, no es el que ellos quisieran.

Creo que tienen todo el derecho a hacerlo. No existe democracia occidental  que se precie en la que actores y actrices (que son una parte, sólo una parte,  de lo que llamamos “CULTURA”) muestren un compromiso político o social, expresen su rebeldía ante lo que creen injusticias o el devenir de los acontecimientos.

El problema en España es que ese compromiso de una parte del a CULTURA, de  hecho, de una parte de los actores y actrices, (yo no generalizo) parece tener rachas, rachas que coinciden con según qué Gobiernos. A mí me parece legítimo que se critique a un Gobierno y en cambio se apoye a otro porque piensa como tú. Pero entonces ya no es una cuestión de responsabilidad social, sino que, legítimamente, repito, legítimamente, haces uso de tu altavoz y de tu notoriedad pública para, en base a una ideología y unos prejuicios atacar a un Gobierno o callar ante los dislates de otro. Pero aquí de lo que se trata por lo visto es de que, según ellos, siempre han mantenido una conciencia social y atención hacia lo que les rodeaba.

El texto puede leerse en aquí pero me gustaría hacer algún comentario sobre algunos pasajes:

Dicen: “Desde el sindicato Unión de Actores y Actrices de Madrid hacemos un llamamiento a la reflexión a los compañeros del cine que tienen el honor de participar en la celebración de los premios Goya, ya sea como nominados o como presentadores. Desde el máximo respeto a la libre decisión de cada uno de hacer o decir lo que le venga en gana, llamamos a reflexionar sobre la situación que estamos viviendo y la responsabilidad de cada uno ante la misma”
  • No, este texto no es de 2009, 2010 o 2011 en plena crisis. Es de febrero de 2013 como crítica a un Gobierno que, sí, está tomando medidas difíciles para arreglar “la situación que estábamos viviendo” durante años en los que este colectivo no parece que se molestara en denunciar. Parece que esa faceta reivindicativa, más allá de la preocupación por la “situación del cine español”, quedó aparcada los últimos 7 años.

Añaden: “Muchos pueden pensar que la gente de la cultura no debería expresar en público sus opiniones acerca de lo que sucede a su alrededor, que deberían limitarse al ejercicio de su profesión”.
  • Yo desde luego no lo pienso. De hecho, creo que somos muchos los que, respetando el trabajo de estos actores (ellos vuelven a hablar de “el mundo de la cultura”), creemos que deberían expresarse más a menudo. ¿No se dieron cuenta de que nos estaban arruinando el país? ¿No veían que un Gobierno, con sus errores, estaba hipotecando el futuro de próximas generaciones? ¿No se dieron cuenta que el fracaso escolar aumentaba y que el paro juvenil se acercaba al 50%? ¿No vieron en los telediarios en 2010 que un padre de Hospitalet se suicidó antes de un desahucio? Yo creo que sí lo veían, lo que tendrán que explicar es porque, entonces, no se “expresaban” en Galas como la de los Goya. 


Y terminan “El próximo domingo podría ocurrir que habláramos sobre lo que sucede. El próximo domingo podría ocurrir que dijéramos No a los recortes: Hay alternativas. La pregunta es: ¿qué supondría mayor rechazo esta vez: volver a decir no o quedarnos callados?”
  • Efectivamente, el próximo domingo tienen todo el derecho de hacer con su altavoz lo que estimen conveniente. Es su derecho y yo defiendo su ejercicio como el que más. Pueden usar la Gala como ya hicieron antaño para atacar a un Gobierno que no se corresponde con su ideología. Y entonces estarán expuestos a la también legítima contestación o crítica en los mismos sentidos. 


No seré yo quien les diga que hacer. Pero no está de más recordar qué pasó el año pasado. El contexto es conocido en febrero de 2012: 5,5 millones de personas en el paro, 1,7 millones de familias con todos sus miembros en paro, un 9% de déficit, un agujero de 16.000 millones de euros en la sanidad española, una deuda de casi 100.000 millones de euros en el exterior y en consecuencia, un modelo de sociedad del bienestar inviable y con probabilidad de desmoronarse. El PP llevaba sólo 2 meses en el Gobierno.

En ese contexto, un inmenso actor, una persona que interpreta como nadie y que lleva el nombre de España por todo el mundo, un hombre que se ha caracterizado por esa beligerancia según cuando y según a quien, subió, en ese contexto de crisis y de sufrimiento de millones de personas, a recoger su merecido Goya (el quinto) por “Biutiful” . Y en ese contexto de drama nacional, dijo lo siguiente:


De hecho, en ese contexto, otro gran personaje del mundo del cine, gran director y entonces Presidente de la Academia tampoco mostró "sus opiniones acerca de lo que sucedía a su alrededor", sino que se limitó a opinar sobre  "el ejercicio de su profesión”. De hecho el contexto que preocupaba a la profesión, no eran los desahucios, ni el paro, ni la crisis, el contexto que les preocupaba era la famosa Ley Sinde.

Yo no quiero que determinados actores y actrices en la próxima Gala de los Goya se limiten a nada. Tienen una oportunidad magnífica para hablar de lo que crean conveniente. Sólo me gustaría que reflexionaran sobre si esas razones que pretenden arrogarse, serían mayores si hubieran sido coherentes en años anteriores. 

A mi personalmente no me afectará lo que digan. Me preocupa más que se haga un cine de calidad en España, que las películas ganadores estén en sintonía con el sentir mayoritario en vez de grandes desconocidas, o que no nos gastemos millones de euros en subvenciones para películas que nunca llegan a la cartelera. Temas fundamentales del cine español que ,seguramente, este domingo en el día más importante del cine español, pasaran a segundo plano

Pero esa es mi opinión, otro tendrá otra y cada actor o actriz la suya. Se llama democracia  se llama libertad de expresión. Ellos tienen el derecho y el deber de usar esa libertad, y nosotros, el resto de ciudadanos, también.

Feliz Gala y Enhorabuena a los premiados.

miércoles, 13 de febrero de 2013

Echar los muertos al PP


Hace tiempo que decidí no generalizar en ningún aspecto de la vida, y menos en relación a ningún colectivo. Ni todos los políticos son iguales, ni todos los periodistas, ni todos los funcionarios, ni todos los taxistas… Por eso la denuncia que hoy hago en el Blog no va contra toda la izquierda, sino contra una parte, porque mucho tiene que pasar para que –ingenuamente quizá- siga pensando que una gran mayoría de quienes se dedican a la cosa pública, ejerciéndola o contándola, no practican la bajeza moral a la que algunos nos tienen acostumbrados.

Desgraciadamente, en las últimas semanas ha vuelto una práctica deleznable que, como ciudadano y como diputado, ni comparto, ni respeto, ni estoy dispuesto a aguantar de nadie.

La reciente historia política en España tiene varios ejemplos en los que parte de esa izquierda -política y mediática- ha tratado de echar sobre las espaldas del PP la muerte de personas en una actitud indigna.
  • Recuerdo esas manifestaciones (legitimas por supuesto) por la Guerra de Iraq, pero en las que (con el apoyo de dirigentes socialistas) algunos mostraban la cara de diputados del PP bajo una diana.
  • Recuerdo esas declaraciones políticas y mediáticas en las que se culpaba a un Gobierno, a un Partido, de la muerte de 191 personas en el atentado terrorista más grave de la historia de España.
  • Recuerdo, con especial vergüenza y repugnancia, como en la última etapa del Gobierno de Aznar, parte del PSOE junto su red afín de asociaciones feministas, culpaban al PP de cada muerte por violencia de género, ante la falta de una Ley Integral que nos vendieron como la panacea.


Durante los años de Gobierno de Zapatero han ocurrido muchas desgracias y dramas personales. 
  • Hubo asesinados por ETA, y nadie culpó a un Gobierno de la responsabilidad material de una banda terrorista. 
  • Casi 600, 600 mujeres fueron asesinadas por sus parejas (con la brillante Ley Integral en vigor) sin que nadie responsabilizara ni al PSOE, ni al Gobierno en su conjunto y mucho menos a las Ministras que dirigían ese Departamento. 
  • En noviembre de 2010, un padre desesperado  de Hospitalet a punto de ser desahuciado, fue (creo), el primer caso que los medios publicaron de un suicido vinculado a perder la casa. Nadie echó sobre el PSOE las culpas de tal tragedia, ni siquiera cuando se demostró que ese hombre reclamó al Ayuntamiento (dirigido por el luego Ministro, Sr.Corbacho) ayuda y obtuvo el silencio y la negativa por respuesta.


Hoy, con un nuevo Gobierno del PP, esa práctica ha vuelto a la primera línea. La practica una izquierda radical que no conoce la decencia, una izquierda mediática para la que “todo vale” si es para dañar a una opción política con la que no están de acuerdo, incluso – y esto es lo más sangrante – quienes en los años de Gobierno de Zapatero pasaron por diversas responsabilidades en los temas que aquí se tratan, y hoy siguen en la política o la cuentan, contribuyen con juegos de palabras cuando no con denuncias veladas, a señalar al Gobierno y al PP, como responsable de muertes de seres humanos.

Por desgracia siguen muriendo mujeres a manos de sus parejas. No diré demasiadas, porque sólo una ya es un fracaso colectivo. Pero ha quedado demostrado que las leyes publicitarias, por muy buenos intereses que tengan, por sí solas no son suficientes. Pero hoy, la acción del Gobierno, nuevamente vale como argumento para culpar al mismo y, concretamente a su Ministra, de lo que es responsable el malnacido que lo hizo.

Y finalmente, ante un drama como es el de las familias desalojadas de sus casas por impago, desde determinados ámbitos se tacha al PP de criminal (qué orgullo mostraban algunos al convertir #PPcriminal en TT) y se le hace responsable de quienes desesperados acaban con sus vidas ante esa situación. Se puede criticar, se debe criticar. Pero señalar, amenazar, llamar asesino o tildar de criminal a quien no piensa como tú me recuerda al fascismo nazi y a esa práctica etarra de señalar con dianas a políticos constitucionalistas.

Se podrá estar de acuerdo o no con las medidas, incluso es legítimo querer ir más allá de lo que el gobierno o el parlamento legislen. Pero lo que es un hecho es que este drama de los desahucios no es de ahora, que la desesperación de muchas familias no ha surgido de la nada, y que la terrible decisión de acabar con la vida de uno, empezó en 2010. Eran los tiempos en los que Zapatero rechazaba la dación en pago, y veníamos del orgullo socialista de la Ministra Chacón de abrir más juzgados para agilizar desahucios. Y lo que es un hecho es que, quien está tomando las medidas sociales para paliar este drama, tratando al mismo tiempo de no cargarse la sostenibilidad del sistema hipotecario español –como algunos irresponsablemente quieren-  , es el Gobierno del Partido Popular.

Creo que en política no todo vale. Y que algunos interesadamente tratan de tensar la cuerda no sé bien con qué objetivo. De  una parte de esta izquierda es entendible, porque siempre habrá alguien (a izquierda y derecha) que no respete las reglas del juego, y que pretenda deslegitimar a todo aquel que no siga sus posturas por muy minoritaria que sea la misma.

Pero otra parte, pretendiendo recoger nueces mientras otros azuzan el árbol, está teniendo un comportamiento lamentable e impropio de quienes dicen defender la democracia.

Allá cada cual con sus conductas y comportamientos personales.

P,D. No pensé que, tan pronto, alguien más se sumaría a esta indecente carrera. Tenía que ser el inefable INVICTUS, Tomás Gómez, Secretario General del PSOE-Madrid quien ha dado a entender que ha podido morir gente por culpa de la externalización de servicios en la Comunidad de Madrid y, por tanto, dando a entender que esos muertos son responsabilidad del PP.