jueves, 27 de noviembre de 2014

Escaños Vacíos

Matías Prats trabaja 40 minutos al día, 5 días a la semana, es decir, tiene una jornada de poco más de 3 horas semanales. Pepa Bueno trabaja algo más, 4 horas diarias de 6 a 10 de la mañana, no está mal la jornada. Pablo Motos presenta El Hormiguero en torno a una hora diaria 4 días por semana; en un cálculo rápido sería 7 días al año. Carlos Herrera, con sus “fósforos” echa algunas horas más que Pepa Bueno, digamos 6 horas diarias. No está mal, se acerca a las 8 del común de los trabajadores. ¿Y el Gran Wyoming? Del estilo de Pablo Motos. Por una importante cantidad de dinero, trabaja unas 5 horas a la semana. ¿Y si hablamos de alguno de sus colaboradores? Pues calculo que en algún caso, no llega a 10 minutos diarios. ¿Y Francino o Julia Otero que no tiene que madrugar? ¿Qué trabajan? ¿De 16h a 20h? ¿Y qué me dicen de Isabel Gemio? ¿Que trabaja 2 días a la semana de 8 a 12? ¿Y Ferreras? Debe estar bien eso de entrar a trabajar a las 12:30 y tras hora y medio de programa AL ROJO VIVO para casa.

¿Cómo llego a semejante conclusión? Es un proceso simplón y deductivo que consiste en asumir como trabajo sólo las horas que los veo o los escucho.
Pero lo importante es: ¿Es cierto lo que estoy diciendo? Pues NO, es absolutamente falso.

Me consta que quienes dirigen un programa en directo desde las 6am, están mucho antes en su puesto y desde luego no se van según acaban. Por no hablar de las dificultades de conciliación cuando uno debe acostarse cuando todavía su familia ni ha cenado.

Y qué decir de los presentadores de El Hormiguero o El Intermedio. Es absurdo pensar que detrás de esos guiones y secciones no hay horas de trabajo que los televidentes no vemos. Como es absurdo pensar que preparar un telediario o un programa de actualidad vespertino no tiene un trabajo de análisis, contraste y preparación en el que también participa quien lo presenta y dirige.

Como imagina querido lector, esto viene a cuento de la manipulación -una vez más- de una foto en la que se ve (esta vez) el hemiciclo del Senado sustancialmente vacío mientras un orador habla (foto arriba). No es la primera vez. No es la primera vez que un medio o un periodista hacen una foto similar, (y no me olvido de aquella ocasión que con idéntica intención hizo lo propio Toni Cantó). 

Vaya de antemano una premisa que reconozco. Mucha de la crítica que recibimos quienes nos dedicamos a la política no sólo es justa y merecida sino que nos la hemos ganado a pulso. Y desde luego, a día de hoy, puedo entender que hay motivos y casos justificados que dan pie a críticas por parte de medios, periodistas y ciudadanos. Y es cierto que en muchos momentos, cuando se tratan temas sectoriales están principalmente los representantes que “llevan esos temas” y es cierto que cuando hay Pleno en una Cámara no hay Comisiones. 

Pero no es menos cierto que durante largas sesiones parlamentarias, los diputados y senadores aprovechan para hacer trabajo en despacho, tener reuniones de trabajo, recibir ciudadanos, colectivos etc. Y no es menos cierto que cuando las luces del Plenario están apagadas, los representantes públicos siguen haciendo un trabajo que muchas veces no recogen los medios

Por eso no me parece justo que una foto, en un determinado momento (sea un debate medioambiental o sobre desahucios), sirva para juzgar el trabajo y el compromiso de los representantes públicos.

Pero lo que realmente me indigna es que, de la misma manera que aquellos que ostentamos un cargo de representación sabemos que el trabajo de las caras más visibles en los medios de comunicación, va más allá de lo que aparecen en nuestras TV o escuchamos en nuestras radios, los cronistas parlamentarios saben igualmente cual es la realidad del día a día en una Cámara. La diferencia es que mientras nosotros reconocemos su trabajo y no hacemos demagogia (como en el inicio de este post), algunos de ellos no sólo no reconocen el nuestro, sino que manipulan interesadamente la realidad con no se qué fines.

En fin, como he dicho, seguro habrá motivos de sobra para criticar a los políticos, a los partidos, a las instituciones. Pero torcer la realidad, y hacer demagogia a costa de una foto malintencionada, no contribuye a mejorar nuestra democracia ni creo que ese sea el objetivo de quienes las difunden. Allá cada uno con sus intenciones. Es evidente que han conseguido unos cuantos RT y han ocupado unos minutos en alguna de esas tertulias sesudas del espectro radioeléctrico. Enhorabuena.


PD. En la noche del 26 al 27 de noviembre, el senador socialista por Burgos @Ander_Gil tuiteó la siguiente foto a las 0:54h. Se estaban votando algo tan nimio y poco importante como los Presupuestos del Estado. Tuvo a bien hacer esta foto, ya que no había ningún fotógrafo que recogiera dicho momento. Qué lástima ¿no?

martes, 30 de septiembre de 2014

La Policía es la misma siempre



Una calle de Madrid. Martes por la mañana. Un coche para  en  un semáforo y los peatones comienzan a cruzar el paso de cebra mientras Springsteen lo  acompaña como cada mañana. Señores con corbata, una mujer con su maletín, una pareja de ancianos y… un padre llevando de la mano a su hija (al colegio). Pasan frente al coche, y el padre saluda al coche de al lado. Lo saluda efusivamente y le hace el gesto del pulgar para arriba. La curiosidad hace girar la cabeza del conductor. Y a quienes ve respondiendo al saludo y agradeciendo el gesto es a dos policías nacionales en su coche.

No me lo han contado, no es una historia, pues era yo el conductor.

Al verlo he recordado que había leído en varias crónicas de esta semana cómo ciudadanos felicitaban a cualquier policía que se encontraban, por la Operación Candy y por haber detenido al pederasta que tenía atemorizado no sólo un barrio, un distrito  o una ciudad, sino a toda una sociedad en vilo. (*)

Hay motivos de sobra para estar orgullosos de nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, nuestra reciente historia democrática está plagada de ejemplos en los que Policía y Guardia Civil han cumplido la misión que el art. 104.1 de la CE les encomienda “proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”
.
Siempre habrá una minoría (con altavoces a veces pequeños, otras más gritones) que pondrá en duda su compromiso con las libertades y su defensa del Estado de Derecho. No hablo de la crítica legítima a hechos puntales, hablo del cuestionamiento de esas FyCSE, de las acusaciones de “opresión”, “estado policial” , de “policía al servicio del Gobierno”. Acusaciones habituales de gran parte de la extrema izquierda pero que se acentúan cuando quien gobierna no es un partido más o menos de izquierdas.

Esa mañana al ver el gesto me emocioné y recordé que, son estos policías los  mismos que tanto han hecho (dejándose la vida literalmente)  por la lucha contra el terrorismo, los mismos  que luchan contra el narcotráfico, contra la delincuencia organizada o contra la trata de mujeres. Son los mismos. Son los mismos que patrullan por la noche mientras nosotros dormimos. Son los mismos que protegen nuestras instituciones cuando alguien pretende rodearlas u okuparlas. Son los mismos que se infiltran en mafias, que guardan la espalda de nuestros representantes que así lo requiere la ley. Los mismo que nos multan o nos hacen dar un rodeo incómodo para no pasar cerca de una operación en marcha. Me emocioné como digo, y recordé lo que relataba brillantemente el periodista @manumarlasca en un artículo:

[…] la mayor parte de ese equipo estaba formado por subinspectores, oficiales y policías, componentes de la escala básica, la 'tropa' de la Policía Nacional, a la que pocas veces damos el verdadero valor que tienen.[…] A Antonio Ortiz se le acabó la suerte, porque el gimnasio al que acudió estaba vigilado por un policía del Grupo de Atracos de la Brigada, uno de esos agentes movilizados ante la importancia de la investigación, que acababa su jornada en su destino y se ponía a las órdenes de los encargados de la operación Candy.

Sí señores. Son los mismos. Los mismos que vigilan sin que te des cuenta en la entrada de un colegio, en la calle Preciados o en una manifestación.

¡Ojalá siempre tuvieran el mismo reconocimiento!. Obviamente nos toca más de cerca (sobre todo a quienes somos padres) cuando el peligro tiene alma de alimaña y la presa son nuestros niños. Pero reconozco que me gustaría que el sectarismo político de algunos no contribuyera cada 2 por 3 a tratar de desprestigiar una de las instituciones que más valoramos los ciudadanos.

Ellos velan por lo más sagrado, nuestras libertades y la vigencia del Estado de Derecho. Sin esa garantía, la democracia es sólo una palabra con la que rellenar discursos demagógicos. Por eso, pido humildemente, que nos acordemos de todo, que son los buenos (sí tan simplista y tan cierto como eso), que cuando aguantamos un atasco por un control, cuando intentan que las legítimas expresiones ciudadanas se desarrollen por cauces normales y legales, cuando nos multan, en definitiva, cuando su autoridad al servicio de la ley nos impida llevar al extremo nuestro “libre albedrío”, pensemos que "esos" que tenemos enfrente, son los que, quizá, un día, quizá pueden salvarnos la vida o la de un ser querido, pero todos los días trabajan para que vivamos en una democracia con plena libertad.

(*) La imagen de este post corresponde a la viñeta de «Fe de ratas»  de José María Nieto en ABC  el pasado 25 de septiembre. Una viñeta por la que el autor será condecorado por el Cuerpo de Policía con la Cruz al Mérito de la Policía con Distintivo Blanco.

martes, 22 de julio de 2014

Democracia vs. Inmovilismo

(*) El pasado martes la Asamblea de Madrid aprobó las conclusiones de la Comisión de Estudio para la posible reforma de la Ley Electoral de la Comunidad de Madrid. Este hecho dio pie a un artículo en EL PAÍS de la diputada de IU en la Asamblea, Tania Sánchez Melero, plagado de inexactitudes cuando no de falsedades. Creo que el hecho de no haber aparecido por dicha Comisión y fiarse a ciegas de su portavoz en la misma —la cual se ha pasado un año oponiéndose a todo y ha sido incapaz de aportar ni una sola propuesta—, limita su capacidad de análisis.

Dice Sánchez que la comisión ha pasado “con escasa repercusión pública y nula participación ciudadana” y que el documento final “refleja solo la opinión del PP”. Basta repasar la hemeroteca para comprobar el eco que han tenido los trabajos y desmentir la primera afirmación; en cuanto a la segunda, la diputada de IU omite deliberadamente el hecho de que, tras la comparecencia de académicos, expertos y políticos, se abrió una fase para escuchar la opinión de miembros de la sociedad civil. ¿Cuántos comparecientes propuso IU? Ninguno. Repito, ninguno.
Pero claro, ¿qué se puede esperar de un grupo que solo ha propuesto uno de los 17 comparecientes que han pasado por la comisión?

Por otra parte, parece lógico que en el documento de conclusiones predominen los planteamientos del grupo mayoritario en la cámara, pero lo que nuevamente oculta la diputada de IU es que las conclusiones también recogen opiniones del resto de grupos parlamentarios.

Afirma la diputada de IU que el PP se ha negado a que “se avance en mecanismos para que la cercanía no se circunscriba a la campaña electoral, sino que se ejerza durante todo el mandato”. Falso. De eso se ha hablado también en la comisión y hay puntos de acuerdo. (¿Ven la importancia de asistir a las comisiones para no hablar de oídas?). Como también se habló de la necesidad de revisar el Reglamento de la Asamblea para hacerlo más ágil. Esas y otras reflexiones espero que algún día sirvan de base para posibles reformas.

Sánchez niega también la neutralidad y proporcionalidad de la propuesta del PP, pero omite que en el dictamen ratificado por la Asamblea no aparece ni una línea sobre la misma: ni la configuración de los distritos electorales, ni el sistema de doble urna… Lo que sí recoge el dictamen como una de sus conclusiones es la necesidad compartida de acercar representantes y representados y, para ello, pone como ejemplo, repito, solo como ejemplo, los modelos de representación proporcional personalizada, es decir, el modelo electoral alemán. No va más allá.

La mayor prueba de neutralidad de la propuesta del PP es que no solo no se registró en la Asamblea para convertirla en una iniciativa legislativa, sino que, desde que se presentó en otoño de 2011 —tras el mejor resultado electoral del PP de Madrid—, hemos estado abiertos al debate para definir, entre otras cosas, la configuración de esos distritos electorales. Bien al contrario, ha sido la cerrazón de la izquierda la que ha impedido avanzar un milímetro en ese debate.

Nuestra propuesta de dividir la región en 43 distritos es neutral porque responde a un criterio objetivo de población (curioso, por cierto, que cuestionen esta neutralidad los mismos que critican el reparto de escaños/provincias en el sistema de circunscripciones para el Congreso de los Diputados por no acercarse más a un criterio poblacional). El problema es que IU no ha presentado ninguna alternativa. De hecho, a estas horas, tengo serias dudas de que sus portavoces hayan leído la propuesta del PP.

La proporcionalidad del modelo que ha propuesto el PP ha quedado demostrada en la comisión, por mucho que la portavoz de IU en la misma no se cansara de cuestionarlo. Es más, ningún grupo de la oposición ha sido capaz de explicar por qué dicha proporcionalidad correría peligro.

La realidad de esta Comisión de Estudio es que los grupos de la oposición (principalmente PSM e IU) han estado en el inmovilismo más absoluto y que, solo al final, ante el temor de quedar retratados ante las reformas planteadas por el Partido Popular en materia de regeneración democrática, han practicado un postureo muy propio de la izquierda.

La realidad de esta Comisión de Estudio es que comenzó con una propuesta del PP basada en el consenso, clara y transparente, que proponía la adaptación del sistema electoral alemán, un modelo que ha sido apoyado por insignes socialistas (el último, el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez)… y terminó con la disposición del PP a llegar a acuerdos sobre el 60% de las propuestas que plantearon el resto de grupos y el ofrecimiento de revisar el 100% de la suya.

La realidad final es que ha habido un grupo parlamentario que ha apostado por más cercanía, más transparencia, más control de la acción política y, en definitiva, por más democracia, mientras que quienes se pasan el día cuestionando las instituciones y su representatividad; quienes pretenden ser una alternativa de Gobierno y quienes se atreven a dar lecciones de regeneración, han optado, una vez más, por el inmovilismo. Serán los ciudadanos quienes juzguen la actitud de unos y otros. 

(*) artículo publicado en El País el domingo 20 de julio de 2014

Alfonso Serrano, diputado del Partido Popular en la Asamblea de Madrid y miembro de la Comisión de Estudio para la posible reforma de la Ley Electoral.


lunes, 21 de julio de 2014

Sectarismo en la Complutense (y van…) (*)


En apenas una semana han coincidido dos noticias sobre la Universidad Complutense de Madrid que reflejan claramente el sectarismo y la utilización política que el Rector Carrillo está implementando desde su llegada.

Primero es la voluntad de convertir a Pablo Iglesias (eurodiputado de PODEMOS) en profesor honorífico ya que desde el 1 de julio perdió su condición de profesor titular interino. No sé cuantos profesores interinos en España que hayan perdido tal condición por motivos profesionales, soñarían con una facilidad así. Todos sabemos cuál es el estilo de los dirigentes de PODEMOS que han "usado" la Facultad de CC Políticas de Somosaguas como su cortijo particular sin que Rectorado y Decanato hicieran nada. Yo pasé 3 años en esa Facultad y nadie me lo ha tenido que contar. El hecho es que la confluencia de intereses políticos e ideológicos de ambos parece estar detrás de tan generoso gesto.

Pero esa generosidad con las ideas que representa el nuevo miembro de la "casta de eurodiputados" no parece acompañar la segunda noticia, triste y sectaria noticia, como es la voluntad de cerrar las capillas existentes en la Complu y/o en su caso cobrarles un canon/impuesto revolucionario. Dice el Rector que es su obligación cobrarles por cesión de espacios públicos, y pone precisamente como ejemplo que PODEMOS dio un mitin en una Facultad y les cobraron alquiler de sala. (Al menos ya sabemos que hay un partido al que le permiten dar mítines en la Complu, mientras que otros partidos son permanentemente saboteados sin que las autoridades universitarias hagan nada al respecto).

¿Cobra la Complutense por el uso estrictamente académico de cualquier espacio de la Universidad? ¿Cobra a las asociaciones por el uso de despachos y medios? ¿Porqué un conjunto de jóvenes que comparten una serie de valores no puede tener un espacio gratuito para rezar?, ¿y por qué otros jóvenes con "valores revolucionarios" pueden okupar aulas, hacer de la Sala de la Planta -1 su cuartel general o la famosa "moqueta " hoy salón de actos, su sala particular?

Me dirán que la Iglesia no es parte de la Universidad como sí lo son sus alumnos. Sólo diré dos cosas. La Iglesia como institución no, no es parte, pero la Iglesia es un término en el que nos englobamos quienes pertenecemos a ella (..miembros de una Iglesia...) y por lo tanto los alumnos que quieren ejercer su libertad de credo sí son parte de la Universidad. Más dudas tengo de que los cabecillas de determinadas asociaciones y sindicatos de estudiantiles con edades más cerca de la treintena que de la veintena, puedan ser considerados como tales por el hecho de llevar más años en la facultad que las fotocopiadoras a media asignatura por año. Ellos no tienen ningún problema en exprimir sus derechos estudiantiles, civiles y políticos al máximo, mientras que a otros se les restringe día a día.

¿Acciones como ésta del Rector, le ayudaran a paliar los graves problemas de gestión y deuda que tiene la Complutense? Evidentemente no, pero son un ejemplo claro de las consecuencias de una Universidad Pública orientada por el sectarismo de izquierdas, donde el concepto libertad que debiera impregnar su vida interna, queda reducido a los libros de Historia.


(*) artículo publicado en @madridactual 

jueves, 3 de julio de 2014

PODEMOS sufre el “síndrome de UPyD”


El surgimiento de nuevas formaciones políticas, suele venir acompañado de un intento de aleccionamiento por parte de éstas hacia los “viejos, caducos y anquilosados partidos”, un aleccionamiento no sólo basado en la confrontación de propuestas políticas, sino de modelos organizativos y de cómo entender la política.

Todas ellas tienen algo en común en su primera fase. Su discurso se base en la crítica al “establishment” (hoy lo llaman “casta”). Nada está bien, todo ha sido una traición y los años de mayor prosperidad económica, estabilidad social y paz (con errores también), o no han sido tales o, si lo han sido, en nada tiene que ver los políticos que elegidos por los ciudadanos nos han gobernado estos años. ¿Los artífices de la Transición y los padres de la Constitución? Minucias.

Pero hay otro elemento que une a estas nuevas formaciones, generalmente a las que han resultado más “noticiables” y es su obsesión compulsiva por sentirse perseguidos y atacados. Le pasó a UPyD (de hecho creo que siguen bajo el efecto de ese síndrome, no ha más que ver como desprecian a cualquier medio que no les haga la ola) y le está pasando a PODEMOS.

Se suele decir que, quien decide hacer política debe venir llorado de casa. No hay nada más reconfortante que poder trabajar y –bajo las ideas de cada uno- tratar de buscar y lograr el bien común. Pero esta vocación no está exenta de errores y mucho menos de críticas y sobre todo de una crítica muy visible ante los ciudadanos. Quienes osamos dedicarnos a esto y encima lo hacemos en un partido de los denominados grandes (en mi caso el PP) aguantamos insultos, críticas y ataques de estos refrescantes partidos y sus dirigentes así como de sus tertulianos o conductores de tertulias. Va en el cargo se dice. Incluso pretenden restar legitimidad a Gobiernos o instituciones representativas a favor de un “grito en la calle”, hasta que ellos entran a formar parte de dichas instituciones claro…

En estos días, las vinculaciones evidentes, claras y reconocidas hasta por los principales dirigentes de PODEMOS, con regímenes como el de Cuba o Venezuela o sus simpatías y compadreos con el entorno abertzale cuando no directamente etarra, les sirve de excusa para denunciar acoso, ataques y un supuesto miedo de quienes no forman parte de su movimiento (ya sean adversarios políticos o medios independientes). No, no es miedo, ni ataque ni acoso.  Reciben críticas que es lo que en democracia soportamos (como debe ser repito) el resto de formaciones políticas.

Quizá el victimismo les sirva para aglutinar adeptos, lograr media hora más en una tertulia, o gritar más fuerte desde un escaño. Pero quienes han construido un proyecto sobre la base de la crítica, el ataque y el cuestionamiento del sistema, no pueden pretender ahora que el resto cuestionemos sus ideas, denunciemos sus vinculaciones y analicemos las consecuencias de las políticas que nos proponen (pocas de momento).


Sabemos en qué modelos se miran los dirigentes de PODEMOS, pues el comunismo y el colectivismo tanto en América como en Asia, son ejemplos que admiran y apoyan. En Europa tenemos (afortunadamente) pocas experiencias de ese estilo en los últimos 50 años. A quienes defendemos la libertad como valor fundamental nos viene a la cabeza la “fabulosa experiencia” de la República Democrática de Alemania creada en 1949 tras la IIGM. Hay quien debe creer que era tal el nivel de vida y la envidia que provocaba ese modelo, que hicieron un Muro para evitar que más gente entrara. Pero no, la triste realidad es que ese Muro se construyó para impedir que ninguno de sus ciudadanos pudiera salir. Afortunadamente ese Muro no cayó, lo tiraron. Lo tiraron los propios ciudadanos frente a un régimen que impuso con violencia y mano firme los mismos dogmas que hoy,  26 años después, algunos pretenden recuperar.

Y si se consideran demócratas, deberán aguantar la legítima crítica de quienes no comparten sus ideas y adviertan de las consecuencias de su puesta en práctica.

Bienvenidos al juego de la demcoracia.

lunes, 24 de marzo de 2014

El último servicio a la democracia de Suarez

“El régimen surgido de la Constitución del 78 […] tuvo lugar en contra del pueblo, está corroído por la corrupción y no tiene ninguna legitimidad”,  “los derechos y libertades nos han sido robados…”, “…contra el pago de la deuda…”, “los distintos Gobiernos se sitúan fuera de la legalidad…”




Los entrecomillados anteriores aparecen junto a otras lindezas en el manifiesto que justificaba las movilizaciones del pasado 22 de marzo y que terminó con un reguero de heridos, principalmente, del lado de la Policía, una de las instituciones más valoradas de los últimos años.
Pero la casualidad o el destino han hecho que este fin de semana (y los próximos días)  la principal noticia sea la muerte de Adolfo Suárez, el primer Presidente tras la restauración de la democracia y el más importante de sus arquitectos.

Nuestra democracia es mejorable sin duda, pero llevamos un tiempo sufriendo el intento de un sector de la izquierda más radical de poner en duda todo lo logrado, entonces, y a lo largo de estos años. Es curioso, por cierto, que se trata de un sector que tiene como modelo regímenes en los que ni ellos mismos aguantarían un minuto, (salvo que seas adicto a dicho régimen, vivas como un marqués  y sólo vengas a España a soltar tu soflama y te vuelves),  sistemas políticos que no llegan ni al 10% de nuestro sistema de derechos y libertades.

Por eso mismo, cuando algunos con la agitación, el grito y (a veces) la violencia pretenden deslegitimar no sólo al Gobierno actual, sino a todos, a nuestra  democracia y al tremendo esfuerzo y éxito que supuso la Transición política, que ayer falleciera Adolfo Suárez traerá irremediable y afortunadamente a primera plana no sólo su figura, sino su legado y la trascendencia de lo que en aquellos años se logró.

Nada puede ser ajeno a la crítica, y posiblemente esa época también tuviera algunos errores;  unos pensaran que se fue demasiado lejos y otros que se quedaron cortos, pero el hecho es que nunca hemos vivido una época de tanta paz y libertad, bajo el amparo de una Constitución que, a diferencia de las anteriores, no fue hecha de unos contra otros, sino aunando la voluntad de todos. Pero más allá de la crítica razonable, se observa  como digo, el intento de un sector de la izquierda de deslegitimación de todo lo logrado. Yo lo veo desde 2 perspectivas:

Por un lado están los pertenecientes a las generaciones de la época que siguen alimentando el rencor entre ciudadanos, que pretenden reescribirlo todo y que proponen simplemente romper con ese éxito sin garantizar hacia donde quieren llevarnos.

Por otro lado está mi generación y las siguientes que desconocen el valor de la Transición y el esfuerzo que supuso lograr ese éxito colectivo. Quizá en estos años no se ha hecho suficiente, quizá nuestros mayores, logrado el éxito, se han centrado en el día a día, en vez de poner constantemente en valor los acontecimientos que se sucedieron tras la muerte de Franco y la altura de miras de quienes protagonizaron, los debates, las negociaciones y la redacción de nuestra Constitución.

Por todo eso digo que la casauliadad o el destino han determinado esta coincidencia que creo positiva. Porque quienes están tratando de deslegitimar instituciones, gobiernos y el sistema, durante los próximos días no tendrán en frente sólo el silencio de una amplia mayoría o la crítica de quienes no comulgan con esa visión apocalíptica. Estos días tendrán a una mayoría de ciudadanos, recordando que si hoy somos una democracia ejemplar, no es porque nadie nos lo haya regalado. Que se trata de un arduo trabajo que lideraron personas como Suarez y el Rey, y que si hoy pueden alzar sus voces, manifestarse y gritar las mayores de las barbaridades en su legítimo de derecho, es porque esa generación de políticos, supo aparcar las diferencias, aferrarse a lo que les unía y con altura de miras construir un nuevo modelo político no “contra el pueblo” como decía el manifiesto, sino para que el pueblo soberano lo hiciera suyo.

Son estos, días de pedagogía democrática e histórica. Espero que duren y perduren. Su recuerdo y reconocimiento será el mejor ingrediente para nuestra propia convivencia, bienestar  y progreso.


¡Gracias Presidente por tu ejemplo!

martes, 14 de enero de 2014

Crónica de una infamia

En otoño de 2013, el Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid tomó como ariete un retraso en el programa de mamografías preventivas. Nunca he negado, especialmente en temas de salud, la voluntad de cualquier político de querer el mayor bienestar para sus ciudadanos. Y no seré yo quien le niegue al PSM, en aquél momento, su legítimo interés por ese asunto.

Pero eso es una cosa, y otra muy diferente jugar con la salud y las preocupaciones de la gente por fines políticos, otra muy diferente es arrojar sobre un gobierno posibles enfermedades e incluso muertes. Es cierto que el PSOE nos tiene acostumbrado a ello; lo han hecho con los desahucios, con la violencia de género, y otros temas en los que reclaman unidad y apoyo sin fisuras cuando están en el Gobierno y que usan torticeramente cuando están en la oposición.

La escalada de aquél otoño fue vergonzosa. Se acusó al Gobierno de la Comunidad de Madrid de "querer ahorra a costa de la vida la salud de las mujeres madrileñas". Se explicó que se habían realizado 73.300 y que el resto de las mujeres  (unas 30.000) serían llamadas antes de que finalizara este año. Daba igual. Ellos a lo suyo.

Incluso llevaron el tema al Senado donde pidieron responsabilidades penales mientras teníamos que aguantar sus afirmaciones sobre unas pruebas que no se iban a realizar, que el Gobierno mentía y que el PP jugaba con la vida de los madrileños.

Como Diputado, junto al resto de compañeros, tuvimos que aguantar verdaderas barbaridades, incluso  alguna que otra emotiva intervención, de quien decía hablar en nombre de “las madrileñas”. Más allá de la explicación, poco podíamos hacer. Sólo el tiempo diría quién tenía razón, si la inefable diputada que llevó la voz cantante de este tema o el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Y el tiempo llegó.

Con las cifras en la mano ha quedado demostrado que,  no sólo se han citado a todas las mujeres que les correspondía en este año, si no que se han hecho más mamografías que en años anteriores.


Se han realizado un total de 163.954 mamografías preventivas a las madrileñas entre 50 y 69 años. Este dato supone un 8,3% más de mamografías de cribado que en el año 2012, año en el que se realizaron un total de 151.370 mamografías preventivas.

Queda demostrado por tanto que el PSOE y su Secretario General, Tomás Gómez, mintieron cuando afirmaron la Comunidad de Madrid iba a dejar a 30 mil mujeres sin mamografía preventiva en 2013.

Y mintió especialmente la diputada del Partido Socialista, Maru Menéndez, cuando afirmó que se iba a dejar a 30 mil mujeres sin mamografía y lo que es aún más ruin, que192 mujeres madrileñas con cáncer de mama no serían diagnosticadas por culpa deunos supuestos ahorros, con los que “íbamos a recortar la longevidad y la esperanza de vida de los madrileños empezando por las mujeres”.   
   
Sin duda esa Diputada es el más claro exponente del estilo de oposición que impregna Tomás Gómez a su tarea, un estilo del que no le faltan alumnos aventajados en su propio Grupo, enfrascado, más allá de disputas internas, en una deriva radical mientras miran de reojo como IU crece a su costa.

Lo vivido aquellas semanas de otoño fue una infamia, una más del estilo socialista que cree que cualquier agitación institucional o callejera le puede dar votos. Por eso no quieren hablar de la legitimidad de las urnas, por eso no quieren esperar al veredicto ciudadano, creen que la calle es suya, que la razón es de su propiedad y se arrogan una representatividad que nunca los madrileños les han dado.

Están nerviosos, porque su alternativa no cuaja, porque les comen por la izquierda, o porque están más pendientes de hacerle la cama a Rubalcaba. El caso es que electoralmente me alegra que el Partido Socialista de Madrid ni esté ni se le espere. Pero como ciudadano y al mismo tiempo representante de los madrileños, me duele el nivel al que han caído.

¿Cuál será la siguiente?