Estimado votante:
Esta mañana he sentido la rabiosa
necesidad de actualizar mi blog algo abandono en este año tan apasionante. Y lo
hago para hablar de las elecciones. Pero no sólo eso. Lo hago sobre todo para
defender el derecho a que cualquier ciudadano, vote la opción que vote, no
tenga que recibir reproches morales, ni ser etiquetado de más o menos
demócrata. Y lo hago también para
compartir con Usted lo que está en juego el 24 de mayo. Me explico.
Seguramente no le hemos hecho todo bien, seguramente hemos hecho cosas mal, posiblemente a veces no hemos estado tan cerca de la gente como creíamos estar, también es obvio que la corrupción de determinadas personas de mi partido (hoy ya fuera de él) nos ha hecho perder apoyos y que la respuesta que se ha dado desde el Partido a veces no ha sido entendida o no ha parecido todo lo contundente que debiera ser. Todo eso es cierto, todo eso es posible.
Y no es menos cierto, yo al menos lo creo, que en los años más difíciles de nuestra historia democrática, los gobernantes del PP
en ayuntamientos, comunidades y en el Gobierno de España han tomado medidas muy
complicadas para seguir manteniendo nuestro sistema de bienestar, crear empleo
y recuperar nuestra economía. Es un hecho, con los matices y los “peros” que
queramos ponerle, que hace 3,4 años nos íbamos a la quiebra y estábamos al
borde del rescate total con las consecuencias
que eso hubiera supuesto; es una evidencia que, aún insuficiente, ya se crea empleo
cuando antes se destruían miles de puestos de trabajo cada día, y es un dato objetivo que de la recesión hemos
pasado a crecer. Por eso quiero reconocer el trabajo de los miles de concejales
del PP, de sus diputados y gobiernos locales y autonómicos, y por supuesto del Gobierno presidido por
Mariano Rajoy. Pero sobre todo ahí está el esfuerzo colectivo de una sociedad,
de unos ciudadanos que habéis estado haciendo
esfuerzos constantes y que sois los verdaderos protagonistas de esta
recuperación que está en marcha.
Y en este contexto, madrileños y
resto de españoles, deberemos elegir a nuestros representantes en todos los
ayuntamientos de España y mayoría de Comunidades Autónomas. Las encuestas dicen
que una mayoría de quienes confiaron en nosotros volveréis a hacerlo. Pero también dicen que una parte no lo hará y otra se lo está pensando.
Entiendo y respeto esas dudas. Por eso yo no voy a pedirle el
voto. Pero si le voy a pedir, desde la máxima humildad, que se tome un segundo
para 2 reflexiones.
En primer lugar que observe por
un momento cómo, en este contexto, hemos empezado a ver, en mítines, en tertulias de televisión y radio y en periódicos escritos y
digitales, a guardianes de la República, a defensores de las Revoluciones Bolivirianas, a adalides de la izquierda radical y a columnistas y altavoces de Frentes Populares,
no solo ejercer su legítima crítica a gobernantes que no piensan como ellos,
sino permitirse el lujo sectario de dar carnets de buenos y malos demócratas en
función de qué opción cojas el domingo. Esto es algo fundamental que nos diferencia
de ellos.
Nosotros,con mayor o menor acierto, podremos ser los mayores
críticos con opciones de izquierdas, denunciar los riesgos de coaliciones
manejadas por PODEMOS (aunque les pongan la cara de una adorable y respetable señora) o cuestionar la capacidad de quienes basan en la novedad y la inexperiencia
su proyecto político. Pero siempre respetaremos a quienes decidan votarlos, por
muy equivocados que creamos estén. Porque
por encima de cualquier diferencia, está nuestro compromiso con la democracia,
el respeto a las ideas del otro y la defensa del voto en libertad y en democracia.
Pero en cambio, este sector de la izquierda os
insulta y os desprecia, pero no os equivoquéis. No es porque podáis votar al
PP ahora, sino porque ya lo habéis hecho en otras ocasiones. Nunca han entendido cómo
sus gritos y agitaciones eran menores que las muestras de confianza que nos habéis
dado. Y no es que no lo entendieran, es que no lo respetaban. Son los que nos
equiparan con Bildu para limitar sus pactos, los que muestran un odio inusitado
hacia Aznar, los que no reconocen ni un solo mérito al Gobierno de Rajoy, los
que les gustaría que el PP no fuera el PP, sino unos palmeros de los
modelos políticos que ellos defiende, los que justifican el acoso a los políticos, a las sedes de un partido a instituciones democráticas como el Congreso o el Parlament de Catalunya. Pero lo que es más grave, es que son los
mismos que consideran que millones de votantes y cientos de miles de afiliados sois
incultos, de peor calaña y sin ningún tipo de sentimiento ni conciencia crítica, sólo
porque no pensáis como ellos. Lo dicen muy claro: podéis votar, pero nunca al
PP, porque si votáis al PP no seréis buenos ciudadanos.
Y es evidente que, si final y
legítimamente no renováis vuestra confianza en nosotros, el domingo ellos
serían los más felices, ellos serían los que celebrarían que el PP perdiera. Y
es lógico pensar que si el PP no gobierna en tu ayuntamiento o Comunidad lo harán
ellos, los suyos, los “buenos” con las
consecuencias que ello conlleva. De esta forma con tu no voto al PP, seguramente pienses que nos está castigando por algo o dándonos un toque de atención que respetaríamos y
asumiríamos, pero al mismo tiempo estarás premiando a quienes desprecian a los votantes y militantes de un
partido que ha sacado a España dos veces de la crisis y ha trabajado (y puesto
muertos) para que la libertad –de la que ellos también gozan- sea una realidad
en España.
Pero como ciudadano quizá a Ud eso
le de igual, es más, entendería que le diera igual porque Ud no entras en esas
cuestiones, porque a Ud. le preocupa el futuro y los problemas reales que
afrontas cada día. Por eso le dejo una segunda reflexión
Habrá quien quiera interpretar
estas elecciones como de apoyo o castigo al PP, de refrendo de las políticas
del Gobierno de España, de una Comunidad o Ayuntamiento o interpretarlas como cambio de
ciclo. Todo eso está muy bien. Pero
cuando el domingo acuda a las urnas, de ese voto dependen muchas cosas, cosas más importanets creo yo.
En Madrid por ejemplo (como en otras CCAA y ciudades) está en juego
que la escuela concertada siga como hasta ahora, pues si no gobierna el PP, el resto de formaciones
ya han dicho que lo modificarán, reducirán o eliminarán. Se vota también que pueda
seguir llevando a sus hijos al colegio público que usted decida, que tenga
libertad para elegir hospital, médico o especialista, que se baje el IBI y
otras tasas municipales o impuestos autonómicos que algunos anuncian van a
subir. Está incluso en juego que vuelva
el impuesto de sucesiones y donaciones y Ud tenga que pagar por una herencia
incluso más que el valor de lo que hereda. Le pondré un ejemplo, en Andalucía
el último año, 5.000 ciudadanos renunciaron a la herencia que les correspondía
porque no podían hacer frente a los impuestos que debían pagar. Hay quien está
a favor, pero nosotros creemos que pagar por una casa de nuestros padres o
abuelos por la que ellos ya han pagado es injusto y confiscatorio. Y por
supuesto, está en juego que sigamos creando las condiciones necesarias para abrir
más empresas, apoyar a los emprendedores y crear puestos de trabajo que es la
prioridad número 1.
El próximo 24 de mayo, todos los ciudadanos, también aquellos que hace 4
años confiaron en el PP, tienen en su mano el máximo poder en democracia, el
poder del voto libre. Un derecho y una responsabilidad que sirve para consolidar
o revocar gobiernos, pero que sobre todo sirve para confirmar qué modelo de
sociedad estamos construyendo, y qué queremos para nuestros hijos, familias y amigos. En definitiva, cuando acuda a votar el próximo 24 de mayo ¿qué es más importante? ¿Premiar o castigar a uno u otro partido?, ¿o su futuro y la seguridad y estabilidad de las personas que más le importan? Despues de años de recesión, crisis, sacrificios y esfuerzos, creo que eso es lo que está en juego ¿no cree?
Me despido.
Muchas gracias por
haber leído este extenso artículo. Y haga lo que haga el domingo, tiene mi más
sincero respeto. Sólo le pido una cosa más: Piense lo que piense sobre esta reflexión que comparto con usted, vote, vote a
quien quiera, pero vote. Y si finalmente opta por renovarnos su confianza, esté seguro que
puede hacerlo con la cabeza alta y con orgullo, porque este Partido y el proyecto político que representamos no es nada sin sus votantes y militantes y, con nuestras luces y sombras, aciertos y errores, estamos comprometidos a devolver esa confianza
con más esfuerzo, más trabajo y más transparencia que nunca, y estamos seguros
que estaremos a la altura que usted y el resto de ciudadanos merece.
Gracias
Alfonso Serrano Sánchez-Capuchino
Diputado del GPP en la Asamblea de Madrid y candidato nº36 en la lista del PP a la Asamblea de Madrid
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